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Simpaticolíticos

Los fármacos simpaticolíticos son aquellos que inhiben el sistema catecolaminérgico. Pueden ser de dos tipos:
  • De acción directa: actúan como antagonistas de los receptores postsinápticos. En este grupo de fármacos están:
    • Antogonistas de los receptores a irreversibles: son la fenoxibenzamina y la dibenamina.
    • Antagonistas de los receptores a reversibles: por un lado están la prazosina, la doxazosina, la indoramina, la alfuzosina, la tamsulosina y la terazosina, que son selectivos para los receptores a1; por otro lado están la fentolamina, la tolazolina, la nicergolina y los derivados ergóticos (dihidroergocristina, dihidroergotamina y dihidroergotoxina), que son fármacos inespecíficos a1/a2. Los fármacos inespecíficos tienen menor efecto que los selectivos.
    • Antagonistas preferentemente de los receptores b1: son cardioselectivos. Están el acebutol, el atenolol, el metoprolol, el betaxolol, el practolol, el bisoprolol y el celiprolol.
    • Antagonistas preferentemente de los receptores b2: butoxamina.
    • Anatagonistas inespecíficos b1/b2. son el timolol, el nadolol, el propranolol, el sotalol, el carvedilol, el alprenolol, el oxprenolol, el penbutolol, el levobunol y el carteolol.
    • Antagonistas inespecíficos a/b: labetalol.
    • Antagonistas preferentemente de los receptores D1: son los neurolépticos, empleados para psicosis como la esquizofenia.
  • De acción indirecta: actúan en otros puntos del ciclo del neurotransmisor para reducir susconcentraciones en la hendidura sináptica. Actúan a nivel presináptico, son más inespecíficos y presentan mayor número de reacciones adversas. Entre estos se encuentran:
    • Inhibidores de la síntesis: están la b-metil-tirosina (inhibe la tirosina-hidroxilasa), la carbidopa, la benserazida (inhiben la dopa-descarboxilasa) y la a-metil-dopa (derivado de la L-dopa que no se transforma en dopamina, sino en a-metil-dopamina, un falso neurotransmisor que es inactivo).
    • Inhibidores del almacenamiento: reserpina (muy potente, los neurotransmisores no almacenados son dregradados enzimáticamente).
    • Inhibidores de la liberación: están la guanetidina, la betanidina, la debrisoquina, el bretilio (impiden directamente la liberación), la clonidina y la guanfacina (interfieren en el control de la liberación, siendo agonistas a2).
La administración de un fármaco bloqueante provoca una ausencia de activación de los receptores, pero otros sistemas, de función contraria al sistema bloqueado, pueden verse potenciados indirectamente. En el caso los simpaticolíticos de acción directa, el efecto será contrario al de los recptores a, b o D, mientras que en el caso de los de acción indirecta, el efecto será el contrario al de la activación de los tres. Los a1-bloqueantes inducen a vasodilatación, dilatación del músculo uterino, miosis leve y reversible, aumento de la motilidad gastrointestinal e inhibe la sudoración; como reacción adeversa, los a1-bloqueantes pueden provocar hipotensión arterial, taquicardia refleja, alteraciones en la eyaculación y diarrea. Los a1-bloqueantes se utilizan para tratar el feocromocitoma, la hipertensión arterial esencial, la enfermedad arterial periférica y la migraña (con los ergóticos). También se pueden utilizar en las primeras fases de la hipertrofia prostática benigna (se emplea tamsulosina)

Los b1-bloqueantes disminuyen la contractilidad cardíaca, y con ello, el cosumo de oxígeno por parte del miocardio. También reducen la frecuencia cardíaca y la excitabilidad. Los b2-bloqueantes provocan vasoconstricción, uteroconstricción, broncoconstricción, incrementan la motilidad gastrointestinal e inhibien el eje renina-angiotensina-aldosterona. Los b-bloqueantes inespecíficos se unen a los subtipos 1 y 2 e inhiben la glucogenólisis hepática y, en menor medida, la liberación insulínica, dando un efecto hipoglucemiante; tabmién rebajan el metabolismo basal. Si se unen b-bloqueantes a los recepotres b presinápticos, se reducen los niveles de catecolaminas en la sinpasis. El efecto hipoglucemiante es beneficioso en diabéticos, en los que sin embrago se bloquean señales de alarma típicas (sudoración, taquicardia), por lo que hay que controlarlos aunque no están contrainidicados; pero las indicaciones principales de los b-bloqueantes son cardiovasculares, pudiéndose usar para tratar la insuficiencia coronaria, el infarto (en períodod postinfarto), la hipertrofia miocárdica, la hipertensión arterial y la migraña (previene las crisis). Todos los b-bloqueantes contribuyen a disminuir la tensión arterial sistólica (antagonistas b1) y la diastólica (antagonistas b2), con lo que el corazón queda protegido de los efectos de la hipertensión arterial. Los b-bloqueantes si están contraindicados en los casos de hiperrreactividad bronquial, por el riesgo de asfixia por broncocosntricción.

Un caso especial de los b-bloqueantes es el tratamiento del glaucoma con timolol. En los glaucomas de ángulo abierto, el timolol administrado en forma de gotas presión intraocular al reducir la producción de humor acuoso. De este modo, pasa poco a circulación, pero esta pequeña porción puede ser peligrosa en broncópatas.

Los antagonistas de los receptores dopaminérgicos van a desarrollar acciones contrarias a la de la estimulación. Los D1-bloqueantes inhiben el vómito, reducen la contractilidad cardíaca, disminuyen la natriuresis renal y provocan vasoconstricción (especialmente a nivel renal). Los D2-bloqueantes aumentan la producción de prolactina.

Las acciones de los antagonistas de los receptores catecolaminérgicos dependen de la dosis de administración, pues a grandes dosis, pueden actuar también sobre receptores por los que no tienen tanta afinidad. Además, los a-bloqueantes bloquean las respuestas reflejas cardíacas tanto a la vasodilatación como a la vasoconstricción. Los b-bloqueantes impiden la respuesta de la taquicardia refleja a la vasodilatación, pero también lo hacen los a-bloqueantes.

Los fármacos simpaticolíticos de acción indirecta presenta muchas reacciones adversas dada su inespecificidad, entre las que se encuentran hipotensión, bradicardia, diarrea, alteraciones de la acomodación visual, sedación, somnolencia, depresión, congestión nasal, alteraciones de la eyaculación y la erección, cuadro anticolinérgico (con los agonistas a2) y fenómenos de rebote. Sus usos son limitados, empleándose en el postoperatorio del feocromocitoma (la b-metil-tirosina y la  a-metil-dopa), como coadyuvantes antiparkinsonianos (inhibidores de la dopa-descarboxilasa), como coadyuvantes antiesquizofrénicos (reserpina), o en el tratamiento de las arritmias o la hipertensión (inhibidores de la liberación, cuando los de acción directa no son efectivos).

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